Fe y Alegría sigue creciendo

Empezó con una comunidad.

P. José María Vélaz, SJ – un sacerdote chileno residente en Venezuela – visitaba Catia, un barrio marginal en las afueras de Caracas. En la conversación, le preguntó a los miembros de la comunidad qué era lo que más necesitaban. ¿Cuál fue su respuesta? Un colegio. Así ha nació, Fe y Alegría.

No existía un plan de negocio de 10 puntos. Fe y Alegría nunca pretendió crecer más allá de las fronteras de Venezuela. Empezó con una escuela en 1955. Pero la gente -primero en la región y luego en todo el mundo- se sintió y sigue sintiéndose inspirada por la visión de la escuela con una educación integradora y transformadora. El sueño creció, lenta y orgánicamente, de una sola escuela a un movimiento internacional en más de 22 países y que sigue contando.

Fe y Alegría se expandió por primera vez más allá de las fronteras de Venezuela en 1964, cuando se abrió una escuela en Ecuador. A lo largo de la década siguiente, comunidades de otros siete países latinoamericanos también empezarían a adaptar y aplicar el modelo de Fe y Alegría. Estas son algunas de las oficinas «clásicas» de Fe y Alegría con las que mucha gente asocia el movimiento: Bolivia, Perú, la República Dominicana. Estas oficinas albergan una gran mayoría de los centros de educación formal de Fe y Alegría, ya que se fundaron en un momento de gran necesidad educativa en la región . Cada país adaptó el modelo a su contexto, pero los orígenes, la tradición y la importancia de estas oficinas «clásicas» de Fe y Alegría sentaron las bases para un crecimiento continuado en las «Nuevas Fronteras» en las décadas siguientes.

Este crecimiento -de Venezuela a Ecuador, a Panamá, etc.- fue de naturaleza bastante orgánica y dependió de individuos para impulsar su movimiento. Congregaciones religiosas, laicos y comunidades marginadas se unieron y trabajaron en colaboración para abordar situaciones de injusticia y pobreza en sus comunidades, con la educación en el centro de su visión para el cambio. No fue hasta 1987 cuando estas oficinas diversas de Fe y Alegría se unieron formalmente en un organismo global, una plataforma común que les ayudara a coordinar esfuerzos e intereses transnacionales.

Desde la creación de la Federación Internacional de Fe y Alegría -o Fe y Alegría Internacional- en 2016, la responsabilidad del crecimiento del movimiento ha sido coordinada por este único organismo. Una de las cuatro áreas prioritarias de Fe y Alegría Internacional desde su formación ha sido identificar «Nuevas Fronteras» para el movimiento. Se ha dedicado tiempo, personal y recursos a planificar estratégicamente el crecimiento del movimiento, tanto en términos de presencia geográfica como de prioridades temáticas. Por ejemplo, Fe y Alegría se está expandiendo por todo el mundo en lugares como Guyana, Nepal y Guinea, y la Federación también está ampliando su labor en favor de la justicia en ámbitos como la migración y la protección de la infancia. Todo este crecimiento se debe en gran medida a la apuesta de Fe y Alegría Internacional por «Nuevas Fronteras» como área prioritaria.

En la actualidad, esta área se centra en tres tareas principales:

  • Desarrollar nuevas iniciativas que contribuyan a la inserción social, cultural y laboral de personas víctimas de violencia, discriminación o nuevas formas de exclusión social. Esto se hace en los países donde Fe y Alegría ya está presente.
  • Estudiar, promover y acompañar la creación y el fortalecimiento de Fe y Alegría en nuevos países, enriqueciendo la propuesta socioeducativa de Fe y Alegría de acuerdo con los contextos y las culturas, priorizando los lugares donde hay mayor necesidad o exclusión. Esto se hace en lugares donde Fe y Alegría aún no está presente o ha comenzado a operar recientemente.
  • Promover la misión institucional atendiendo al desarrollo de nuevos temas de reflexión y respondiendo a los retos del contexto para la acción. Esto incluye temas como la educación en situaciones de emergencia debido a la crisis sanitaria posterior al COVID-19, la ayuda humanitaria, la espiritualidad y el cuidado de nuestra casa común.

Todo este trabajo de internacionalización y crecimiento de Fe y Alegría depende de las personas. Ésa es la belleza de la historia de Fe y Alegría: siempre ha girado en torno a las personas: El P. Vélaz, que escuchó las necesidades de la comunidad de Catia Caracas y respondió a su deseo de una nueva escuela; Abraham y Patricia Reyes, que donaron la mitad de su casa para poner en marcha esa primera escuela y apoyaron la visión del P. Vélaz. Vélaz en muchos sentidos; la comunidad de Ecuador que adaptó por primera vez el modelo de Fe y Alegría a un nuevo contexto cultural y geopolítico y expandió el movimiento más allá de las fronteras de Venezuela.

Personas como Ernesto y Leocadia también forman parte de esa historia. Su deseo de seguir formándose y de transformar sus vidas y comunidades son sólo dos ejemplos de cómo Fe y Alegría sigue ampliando su presencia en los márgenes. En países como Cuba y México en América Latina, Angola y Kenia en África, y Camboya y Nepal en Asia.

Tú y yo también formamos parte de esa historia. Fe y Alegría se construyó y sigue creciendo gracias a la solidaridad de muchos. Su apoyo a Magis Americas contribuye a la vida de personas como Ernesto y Leocadia. Tu apoyo nos permite acompañar a Fe y Alegría en lugares como Batey Lechería en República Dominicana, San Javier del Valle en Venezuela y San Pedro en Paraguay.

 

En nombre de todos los Ernestos y Leocadias, gracias por formar parte de esta historia.

Nueva financiación para nueve proyectos educativos en América Latina

La Junta Directiva de Magis Américas ha reafirmado nuestro compromiso de promover el acceso a oportunidades de educación inclusiva y de calidad para las personas que viven en comunidades marginadas y empobrecidas aprobando más de 280.000 dólares para nueve proyectos en el área de educación para América Latina. Esta ronda de aprobación de proyectos es un evento histórico , ya que marca la primera vez que Magis Américas hace una asignación significativa de financiación no restringida para apoyar una de nuestras áreas prioritarias.

«Esta ronda de proyectos es un claro compromiso de nuestro personal y la Junta Directiva para apoyar las iniciativas educativas de los jesuitas, en particular las lideradas por nuestros socios de Fe y Alegría«, dijo el Director Ejecutivo Nate Radomski. «Los proyectos aprobados en este ciclo son particularmente inspiradores. Los programas de formación del profesorado y la promoción de una educación inclusiva y accesible para estudiantes con discapacidades son dos áreas en las que nuestro apoyo puede marcar una diferencia real en las comunidades en las que trabaja Fe y Alegría.»

La Coordinadora de Proyectos, Ixchel Palencia, con el apoyo del equipo de MA y del Comité de Proyectos de la Junta Directiva, ha trabajado con nuestros socios para identificar oportunidades y conectarlas con oportunidades de financiamiento en Estados Unidos. Los proyectos aprobados se encuentran en Haití, Venezuela, El Salvador y la República Dominicana. A continuación un breve resumen de las propuestas aprobadas.


Entornos inclusivos para estudiantes con necesidades especiales

«Igualdad de oportunidades para niñas y mujeres que viven en zonas rurales para mejorar la participación y la integración social» ( Fe y Alegría Nicaragua )

La igualdad de oportunidades para las niñas, adolescentes y mujeres en las zonas rurales de Nicaragua, especialmente en las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Sur y Norte, es una prioridad clave para Fe y Alegría Nicaragua. Reconociendo la persistente desigualdad de género en el país, especialmente en las zonas rurales, este proyecto pretende abordar las barreras que afectan al acceso de las mujeres a la educación, el empleo y bienestar. El fondo será específicamente para facilitar las iniciativas empresariales lideradas por mujeres rurales a través del establecimiento de un capital semilla para equipos y materiales para estas iniciativas, contribuyendo al empoderamiento y al progreso económico de las mujeres en estas regiones.

«Eliminar barreras – Crear oportunidades para una educación más inclusiva» (Fe y Alegría Argentina)

Este proyecto abarca tres componentes principales: Línea de base y diagnóstico, procesos de formación docente con participación de psicopedagogos y trabajadores sociales, y el compromiso con la comunidad educativa, las familias y la red de educación inclusiva.

La primera acción consiste en reunir un equipo de psicopedagogos especializados en discapacidades y dificultades de aprendizaje en Embarcación, Bella Vista, y un equipo compartido para los seis centros de primera infancia de Quilmes. Estos especialistas, junto con el personal existente de FyA y los maestros, formarán equipos interdisciplinarios en cada lugar para poner en marcha una encuesta de diagnóstico para informar a las otras etapas del proyecto.

Posteriormente, los talleres de formación de profesores y personal psicosocial se centrarán en estrategias de detección precoz y pedagogía integradora.

Por último, los equipos se comprometieron con las comunidades educativas del entorno de cada escuela para fomentar una red de educación inclusiva. Se trata de sensibilizar a las familias sobre la inclusión educativa de los niños con discapacidad o dificultades de aprendizaje.

«Eliminando Barreras – Acompañamiento a la Inclusión de Alumnos con Discapacidad en el Colegio San Adolfo» (Fe y Alegría Uruguay)

Fe y Alegría Uruguay inició en 2022 un proyecto destinado a fomentar la educación inclusiva en el Colegio San Adolfo. Creática, una experimentada institución educativa especializada en ayudas técnicas para personas marginadas, trabajará con los profesores del Colegio San Adolfo para promover la inclusión de todos los estudiantes mediante la mejora de sus habilidades tecnológicas. El proyecto pretende dotar a todo el profesorado de herramientas para fomentar la inclusión y promover la concienciación sobre la inclusión y la discapacidad en la comunidad educativa.

Fe y Alegría Uruguay se centra en cinco resultados: comprender las necesidades de los alumnos, mejorar la formación del profesorado, desarrollar planes de intervención personalizados para alumnos con discapacidades graves, integrar la tecnología en espacios educativos inclusivos y proporcionar apoyo y orientación a las familias.

 

Formación y apoyo al profesorado

«Apoyo al compromiso de Fe y Alegría Venezuela con los docentes» (Fe y Alegría Venezuela)

Se ha propuesto un complemento salarial mensual para dirigido específicamente a las ayudas al transporte a los centros educativos , para contribuir en la retención del personal clave y profesores de seis escuelas de la red de Fe y Alegría.

Los incentivos ofrecidos al personal escolar se orientan estratégicamente hacia la ayuda al transporte, sirviendo como medio para facilitar y fomentar la asistencia regular de los profesores a la escuela y su participación activa en las actividades de formación. Este enfoque pretende paliar los efectos adversos de los bajos salarios del profesorado, fomentando un entorno educativo más sostenible y solidario. El personal docente que se beneficiará de este estipendio de transporte trabaja en escuelas situadas en estados fronterizos cruciales, como Táchira, Sucre, Anzoátegui y Zulia.

«Formación de profesores y orientadores para mejorar las competencias de alfabetización y apoyar las necesidades educativas especiales» (Fe y Alegría Dominicana)

Trabajaremos con Fe y Alegría República Dominicana para proporcionar dos tipos diferentes de formación a los profesores y al personal del Centro Educativo Santo Niño Jesús de Batey Lechería.

En primer lugar, los profesores recibirán una formación esencial para mejorar las competencias de alfabetización de los alumnos. Mediante programas pedagógicos específicos, nuestro proyecto pretende dotar a los educadores de estrategias eficaces aplicables en el aula que fomenten un entorno de aprendizaje que promueva las competencias de alfabetización entre los alumnos.

En segundo lugar, los equipos de orientación y psicología desarrollarán las nuevas habilidades necesarias para identificar y ofrecer el apoyo adecuado a los alumnos con necesidades educativas diferenciadas. Fortaleciendo estos equipos, Fe y Alegría espera crear un entorno educativo más inclusivo y equitativo que garantice que todos los alumnos, independientemente de sus necesidades individuales, reciban la atención y el apoyo necesarios para prosperar en sus actividades académicas.

«Mejora de las condiciones básicas para el desarrollo del potencial educativo en Quispicanchi, Cusco» (Fe y Alegría Perú)

El Proyecto de Educación Rural Fe y Alegría 44 (PERFAL 44) engloba una red de 25 escuelas rurales situadas en la provincia de Quispicanchi, en Cuzco (Perú). Estas escuelas, situadas entre 60 y 150 km de la ciudad de Cusco, tienen un tiempo de viaje que oscila entre una y tres horas. Los profesores que residen en Cusco se desplazan semanalmente a estas instituciones rurales, permaneciendo de lunes a jueves en la escuela, ya que no hay acceso a alojamientos en las comunidades. Con el paso de los años, el desgaste ha obligado a reformar las casas de los profesores para que sirvan de vivienda y oficina y garanticen su disponibilidad durante toda la semana. Nuestro proyecto proporcionará recursos para estas mejoras esenciales.

Al mismo tiempo, la conectividad emerge como una necesidad urgente, ya que la ausencia de acceso a internet obstaculiza la educación. El año pasado se instalaron antenas de internet en las escuelas de Ccoya y Ccoñamuro. Sin embargo, las limitaciones de financiamiento para 2024 impidieron continuar con este servicio. El Ministerio de Educación aún no ha reconocido la necesidad del servicio de internet en las escuelas rurales, lo que agrava la brecha educacional. Este proyecto también proporcionará fondos para cubrir la brecha entre las necesidades de la comunidad y los recursos disponibles a través de la financiación pública, asegurando el acceso a Internet para 752 estudiantes en edad escolar.

«Tutoría pedagógica para la transformación de la práctica docente» – (FIFyA Regional)

Fe y Alegría pondrá en marcha un proyecto piloto en cinco países (Ecuador, Argentina, Guatemala, República Dominicana y Bolivia) centrado en mejorar los procesos de aprendizaje de los niños en las escuelas en situación de exclusión, potenciando las capacidades de liderazgo y mejorando los procesos de enseñanza entre el personal.

Se ofrecerán programas de formación para acompañantes pedagógicos, profesores y directores a través del Programa de Mentoría Pedagógica de la Universidad Diego Portales. Este programa tiene una duración de dos años y contempla una formación teórico-práctica, que incluye módulos sobre contextos y desafíos, fundamentos de la mentoría, práctica y desarrollo de capacidades profesionales. También se realizan prácticas extensivas en escuelas, apoyo a la instalación sustentable y asesoría especializada para sostenedores.

 

Mejorar las condiciones y garantizar el acceso a la educación

«Plan para la seguridad en Haití» (Foi et Joie Haiti)

SACHO Consulting encabezará un proyecto destinado a desarrollar un protocolo de seguridad global para FyA Haití, integrando un análisis de riesgos. Los talleres con el equipo y las evaluaciones de amenazas servirán de base para el establecimiento de políticas y controles que aborden las vulnerabilidades. Posteriormente, un taller práctico para el personal, con simulaciones y ejercicios, garantizará la comprensión práctica y la aplicación del protocolo. La supervisión y los ajustes continuos por parte del consultor reforzarán aún más la seguridad de la organización.

«Formación integral para estudiantes de El Salvador en el CIE/UCA 2024» (Centro Ignacio Ellacuría)

La formación integral (Pedagogía Ignaciana) para estudiantes del Centro Ignacio Ellacuría tiene como objetivo apoyar la participación de 44 estudiantes en los programas Ellacuría y Casa de las Américas a lo largo de 2024. Estos programas proporcionan a los estudiantes un aprendizaje académico, así como el desarrollo de habilidades sociales, comunicativas y de inteligencia emocional al interactuar con otros estudiantes y con poblaciones vulnerables de El Salvador.

El Centro Ignacio Ellacuría (CIE) ha desarrollado programas que integran la exploración de la fe y la promoción de la justicia a través de una educación basada en una praxis liberadora que conecta la realidad nacional con lo académico.

El programa de la Casa de las Américas tiene una duración de 3 meses y se centra en una experiencia de educación práctica en problemas sociales, económicos, políticos y culturales a nivel comunitario, nacional, regional y mundial.

El Programa Ellacuria, con una duración de 5 meses, permite a los estudiantes vivir en comunidad y apoyar a comunidades afectadas por la pobreza. En este programa existe la oportunidad de compartir con otros estudiantes de la UCA, de diferentes programas, viviendo en una casa en Antiguo Cuscatlán. La formación permite a los estudiantes 1) brindar acompañamiento semanal a las comunidades 2) vivir de acuerdo a valores de sencillez y participar en actividades comunitarias nocturnas, y 3) recibir formación en Espiritualidad Ignaciana, que integra las experiencias de los estudiantes con su espiritualidad.

Esta formación contribuye a su crecimiento profesional, personal y espiritual y a su integración en la comunidad.

Tradicionalmente, el CIE ha sido financiado por antiguos alumnos del programa Casa de la Solidaridad, que son principalmente particulares de Estados Unidos.

Testimonios de Impacto: Leocadia – Cuba

«Soy ama de casa y campesina de pura cepa, pero aporto todos mis saberes. Soy miembro de esta iglesia y siempre estoy ayudando en lo que puedo». Leocadia, de 70 años, ha estado trabajando con la Iglesia del Huerto de la Comunidad de Sevilla para cultivar una pequeña granja en una parcela de tierra adquirida por la iglesia en. Su propia historia es un testimonio de resistencia personal y la importancia del apoyo comunitario.

«Cuando el Arzobispado compró esta casa para iglesia, siempre soñamos con tener un huerto para beneficiar a las personas enfermas y con dificultades económicas de nuestra comunidad», explica Leocadia. «Era un terreno malísimo pues los antiguos dueños tenían un taller de mecánica. Con la ayuda de Dios, el empeño del Padre Yosbel y la gran colaboración de los hermanos del Centro Loyola ha sido posible.»

Para las comunidades rurales de Cuba, las oportunidades de progreso económico se encuentran en las empresas agrícolas y las redes agrícolas. Las pequeñas parcelas de tierra se utilizan para la agricultura de subsistencia y proporcionan algunos ingresos adicionales a las comunidades que tienen poco acceso a un empleo significativo y están sujetas a la volatilidad de la economía cubana. La Red de Centros Loyola, apoyada por los jesuitas y asociada a la Federación Internacional de Fe y Alegría, ofrece talleres para ayudar a que prosperen estas iniciativas locales. Los expertos trabajan con los agricultores locales para reforzar sus conocimientos económicos y técnicos, mejorando la sostenibilidad y la producción.

Leocadia, junto con su sobrina y el apoyo de su comunidad, ha conseguido convertir la parcela abandonada en una floreciente pequeña granja con productos variados. «Tenemos sembrado de todo un poquito», ella explica. Incluso a pesar de las dificultades de cultivar esta tierra, Leocadia es generosa con todos los productos de la granja. «Cuando recogemos las cosechas las compartimos pues esto está muy difícil y siempre hay que ayudar al que más lo necesita (enfermos, embarazadas, niños)», explica, «pero además vendemos a la comunidad a precios moderados, y así la cosa es más suave».

Otro problema al que se han enfrentado las granjas de la Comunidad de Sevilla son las plagas e insectos que siguen amenazando sus cultivos. En lugar de recurrir a productos químicos nocivos y costosos, el Centro Loyola de Santiago de Cuba está prestando asistencia a los miembros de la red agrícola SIEMBRA y COMPARTE, que se puso en marcha recientemente en el país. Este apoyo adopta la forma de formación y capacitación esenciales en remedios orgánicos. «Las plagas han afectado varios cultivos, pero el ingeniero siempre viene y nos asesora con esta situación. Nos han traído micro organismos eficientes y tabaquina, porque no echamos productos químicos, nuestras producciones son eminentemente orgánicas.», comparte Leocadia.

Gracias al apoyo de los Centros Loyola, 13 agricultores productores y trabajadores pudieron recibir orientación sobre producción de plantas ornamentales, control de plagas y prácticas agroecológicas. Estas prácticas, junto con una amplia formación en contabilidad fundamental, creación de balances, preparación de presupuestos y elaboración de hojas de costes, les han ayudado a estabilizar su producción y aumentar sus beneficios. Los beneficios de estos programas se extienden a muchos aspectos de la vida de estas comunidades rurales: sostenibilidad ecológica, crecimiento económico y desarrollo comunitario, por nombrar sólo algunos.